lunes, 8 de noviembre de 2010

NOVEDADES DESDE LIBRERIA PRIMADO: Talleres de poesía y novela negra, Homenaje a Miguel Hernández, zona wifi

Librería Primado informa de tres cosas:
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Últimos días para matricularse en los talleres de poesía y novela negra.
Poesía comienza el próximo jueves día 11 a las 5,30 tarde, más información en http://tallerdepoesiaprimado.blogspot.com/
Novela Negra empezará el lunes día 15 a las 5,30 tarde, más información en http://www.lunesnegroycriminal.blogspot.com/
y llamando por teléfono a la librería
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2- Para el próximo viernes 12 de noviembre, a las 19,30 h. en la nueva sede de Esquerra Unida en Valencia, calle Borrull, nº 25

La Asociación Poética Caudal, Librería Primado y Esquerra Unida del P.V. os invitan a participar en el Homenaje a "Miguel Hernández: Reencuentro con el hambre, el miedo, la cárcel y la libertad"

Se trata de ofrecer una aproximación en el centenario de su nacimiento a su legado político, poético y libertario entroncándolo con la realidad social de hoy y las problemáticas de exclusión, violencia cultural y legislativa, pobreza y marginación que van in crecendo adueñándose del presente.
Con lecturas acerca del periplo vital y poético de Miguel Hernández, a cargo de Laura Giordani y Viktor Gómez. Posteriormente un numeroso grupo de poetas recitará, a destacar a Antonio Martinez i Ferrer, Arturo Borra, Mar Benegas, Jesús Ge, Alicia Martinez, Enrique Falcón y otros muchos.

Más información en el blog de los Poetas de la frontera, acá.
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3-Por último os comunico que la librería a partir de hoy es zona Wifi, por lo cual siempre que no coincida con actividades, podéis pasar al altillo con vuestros portatiles para navegar a placer.


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Miguel Morata Fortea
Librería Primado
avda Primado Reig, 102
tno 963616064
46010 Valencia
www.libreriaprimado.blogspot.com




Poema de Miguel Hernandez:
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El hambre


I

Tened presente el hambre: recordad su pasado
turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
con yugos en el alma, con golpes en el lomo.

El hambre paseaba sus vacas exprimidas,
sus mujeres resecas, sus devoradas ubres,
sus ávidas quijadas, sus miserables vidas
frente a los comedores y los cuerpos salubres.

Los años de abundancia, la saciedad, la hartura,
eran sólo de aquellos que se llamaban amos.
Para que venga el pan justo a la dentadura
del hambre de los pobres aquí estoy, aquí estamos.

Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.

Años del hambre han sido para el pobre sus años.
Sumaban para el otro su cantidad los panes.
Y el hambre alobadaba sus rapaces rebaños
de cuervos, de tenazas, de lobos, de alacranes.

Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas,
cicatrices y heridas, señales y recuerdos
del hambre, contra tantas barrigas satisfechas:
cerdos con un origen peor que el de los cerdos.

Por haber engordado tan baja y brutalmente,
más abajo de donde los cerdos se solazan,
seréis atravesados por esta gran corriente
de espigas que llamean, de puños que amenazan.

No habéis querido oír con orejas abiertas
el llanto de millones de niños jornaleros.
Ladrábais cuando el hambre llegaba a vuestras puertas
a pedir con la boca de los mismos luceros.

En cada casa, un odio como una higuera fosca,
como un tremante toro con los cuernos tremantes,
rompe por los tejados, os cerca y os embosca,
y os destruye a cornadas, perros agonizantes.

II

El hambre es el primero de los conocimientos:
tener hambre es la cosa primera que se aprende.
Y la ferocidad de nuestros sentimientos,
allá donde el estómago se origina, se enciende.

Uno no es tan humano que no estrangule un día
pájaros sin sentir herida en la conciencia:
que no sea capaz de ahogar en nieve fría
palomas que no saben si no es de la inocencia.

El animal influye sobre mí con extremo,
la fiera late en todas mis fuerzas, mis pasiones.
A veces, he de hacer un esfuerzo supremo
para acallar en mí la voz de los leones.

Me enorgullece el título de animal en mi vida,
pero en el animal humano persevero.
Y busco por mi cuerpo lo más puro que anida,
bajo tanta maleza, con su valor primero.

Por hambre vuelve el hombre sobre los laberintos
donde la vida habita siniestramente sola.
Reaparece la fiera, recobra sus instintos,
sus patas erizadas, sus rencores, su cola.

Arroja sus estudios y la sabiduría,
y se quita la máscara, la piel de la cultura,
los ojos de la ciencia, la corteza tardía
de los conocimientos que descubre y procura.

Entonces solo sabe del mal, del exterminio.
Inventa gases, lanza motivos destructores,
regresa a la pezuña, retrocede al dominio
del colmillo, y avanza sobre los comedores.

Se ejercita en la bestia, y empuña la cuchara
dispuesto a que ninguno se le acerque a la mesa.
Entonces sólo veo sobre el mundo una piara
de tigres, y en mis ojos la visión duele y pesa.

Yo no tengo en el alma tanto tigre admitido,
tanto chacal prohijado, que el vino que me toca,
el pan, el día, el hambre no tenga compartido
con otras hambres puestas noblemente en la boca.

Ayudadme a ser hombre: no me dejéis ser fiera
hambrienta, encarnizada, sitiada eternamente.
Yo, animal familiar, con esta sangre obrera
os doy la humanidad que mi canción presiente.

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Del libro-- El hombre acecha (1937-1939)

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